
-¿Cuál es su nombre?
–Karen
–¿Es linda?
–Sí, es fenomenal
–Entonces, ¿te gusta?
–Creo que sí.
–¿No lo sabes?
–La verdad es que no
–Bueno, vamos a ver, ¿sientes algo?
-¿Sentir? ¿A qué te refieres?
–Déjame preguntarte: cuando te visita, ¿limpias todo?
–Claro
-¿Arreglas un poco o limpias?
–Limpio
-¿Limpias la bañera?
–Sí
-¿De rodillas, con detergente, con las manos, restregando, cepillando, etc.?
–Sí
–Entonces estás enamorado
–¿La bañera es amor?
–La bañera es amor.
Seguramente ya lo habré dicho antes: la mejor forma de conocer las motivaciones es ponerse a observar lo que se hace y no lo que se dice. Echa un vistazo a los esfuerzos que tu pareja hace por ti y sabrás cuanto te quiere, aunque no te lo diga. Y viceversa. En un excelente y didáctico librito que estoy releyendo, Cómo investigar en psicología, encuentro esta frase de Quine (p. 78): “Cuanto menos ha avanzado una ciencia más tiende su terminología a descansar sobre el supuesto acrítico de la comprensión mutua”. Si se preguntase a cualquier persona qué entiende por amor, seguramente diría “bueno, todo el mundo sabe lo que significa.” Y donde dice amor podríamos poner cualquier otro factor o elemento que tenga que ver con la conducta humana: emoción, autoestima, motivación… ¡Así no hay quién se aclare!
La cosa tiene mucho que ver con el post de ayer porque la psicología de la buena y cualquier ciencia que se precie empieza bien cuando utiliza definiciones operativas de los conceptos y variables que estudia: “Una definición operativa dice qué hacer para experimentar la cosa definida, cómo proceder y qué observar. Así se dice que la definición de un plato es su receta, todo aquello que lo integra y es necesario preparar y hacer" (p.79).
En fin, la psicología, como mencionan en Psicoteca, se mueve entre temas sensibles pero no deja de ser y de querer ser una ciencia experimental que empieza por la observación. Mientras sigamos empeñados en intentar mejorar o cambiar aspectos humanos definidos de forma tan abstracta como felicidad, satisfacción, inteligencia, civismo, tolerancia, liderazgo o emprendimiento, poco avanzaremos (…)
Tal vez si empezamos a relacionar y a definir estos grandes y confusos conceptos relacionándolos con conductas e indicadores más concretos tengamos más suerte. Yo me conformaría, por ejemplo, con que los niños aprendan a “leer con facilidad un texto de 20 líneas” en vez de intentar hacerlos más “inteligentes”, y que la gente, en vez de buscar la “felicidad” y la “realización personal”, se preocupe por desarrollar hobbies, por organizar su trabajo diario para hacerlo más amable, y de aplicar sencillas habilidades de relación que le permitirán compartir y disfrutar más con los que les rodean. Son sólo ejemplos, y es que ser idealista puede ser compatible con querer ser un poco más científico. Parece que nunca es mala idea seguir definiendo mejor lo que queremos conseguir, así al menos sabremos cuándo lo hemos conseguido, o no.
Y EN EL BAR DE YORIENTO...
Una de errores

El que no arriesga no puede conseguirlo, eso está claro y a veces tener problemas, como nos muestra el Señor enviñetado, sólo es un indicador más de que estamos vivos. De todas formas, hay personas que a una edad temprana ya muestran mucha sabiduría, como esa chica que, recién oído, le comentaba a una amiga en el tren Madrid-Barcelona:
“Yo pa qué voy a dejar a mi novio, total si me voy con otro al principio todo es muy bonito pero luego todo es lo mismo. Pa’ eso me quedo con el que tengo que ya lo conozco.”
Pero bueno, el error y los fallos siempe serán inevitables y numerosos, tanto que ya tienen sus propios sitios especializados como ha descubierto Gran Angular. Y para que luego digan que el cine español falla, no sé si sabréis que el tercer video más visto de la historia en Youtube es un corto de la tierra. Eso sí, el primero es más divertido y “movido”. Bueno, serviros lo que queráis que yo me voy ya para casa que se me ha hecho tarde.
Es cierto mucha gente no sabe si está enamorada o si es feliz o si realmente siente algo o cree que lo siente por las circunstancias... Parece que algunas personas viven en un mundo paralelo en donde "se creen" muchas cosas que luego resultan no ser ciertas con los consiguientes traumas. Por eso estoy de acuerdo contigo (que raro decir esto) en que es mejor enseñar a los niños con algo sencillo que pretender hacerlos más “inteligentes”, y en el caso de los adultos fomentar otras actividades satisfactorias en lugar de hacerlos leer libros de autoayuda. En la empresa cuando observo que alguien no la está pasando bien o que está estresado, lo llevo a conversar aparte y luego de una charla "calmante" nos dedicamos a revisar cómo está organizado el trabajo diario para buscar la forma de hacerlo más placentero...
ResponderEliminarMuy de acuerdo, sí señor. Y no sólo ocurre en la psicología. No hay más que prestar oídos a la consultolabia.
ResponderEliminarTe veo abriendo un wiki para que construyamos definiciones operativas de los palabros más usados.
Este post me ha recordado la historia que cuenta Jack Welch sobre la marcha de Seinfield y cómo intentó retenerlo. Siempre le hemos visto con una sonrisa en la boca, pero para sacarnos la sonrisa a nosotros lo pasó realmente mal en algunos momentos.
ResponderEliminarEn cuanto al artículo hay una frase que dice algo así como "tú eres tu agenda, no lo que dices".
Muy interesante y divertido el blog. Me lo apuntaré en el lector de feeds para estar al tanto de las novedades.
Un saludo!
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http://www.guiadegerencia.com
@SENIOR M.
ResponderEliminarla cosa tiene mucho que ver con definir objetivos alcanzables y concretos, como bien dices. Tanto para describir los problemas como la soluciones es preciso aterrizar lo más posible, porque la mayoría de las ansiedades que padecemos son sólo productos verbales, no "verdaderos" problemas.
Y, por cierto, siempre he creído que estamos más de acuerdo de lo que parece, pero siempre es una tentación fomentar la polémica¡ :-)
@ALORZA,
el mundo de los blogs también tiene mucho de esto, temas recurrentes pero tratados de una forma poco sistemática o "concluyente", debates importantes pero tratados más en formato opinión, con la confusión subsiguiente, que en formato mínimamente científico o dirigido hacia la obtención de cambios específicos y evaluables...
En fin, el lenguaje es nuestra vida y es nuestra muerte, y en el mundo de los recursos humanos, en el campo de la empresa y de las administraciones hace mucho que los conceptos utilizados son más retóricos y circulares que prácticos y operativos, no crees? :-)
@PEDRO,
Bienvenido, creo que no has comentado antes, no? Todavía me quedan las temporadas 5, 6 y 7 de Seinfeld, así que seguro que seguiré trayendo algunas de sus cosas.
Y más que acertado, desde mi punto de vista, definir lo que uno es en función de la agenda que tiene. Lo que más te importa es aquello a lo que dedicas más tiempo, digas lo que digas... :-)
Pedro, nos leemos¡
La duda era si ponias o no a tu sobrina en la cabecera del blog. Me encantó. Por lo que significa la sobrina para ti y como una emoción, produce un poco de desorientación a Yoriento.
ResponderEliminarClaro, las emociones enturbian un poco o un mucho.
¡Saludos!
@MPIRYKO,
ResponderEliminartu comentario pillará fuera de juego al resto de contertulios que no saben de qué va la cosa, originada en un artículo de tu blog.
Bueno, no está mal que de vez en cuando pueda tener con vosotros/as algunas conversaciones secretas e ininteligibles pero públicas¡ :-)
Las creencias son realidades para cada uno. Incluso la sagrada ciencia se mueve con creencias (¿la Tierra es redonda? Eso nos dicen, así que lo creemos - pero es algo achatada aunque da igual: es una mentira útil).
ResponderEliminarLos nombres "detienen" una realidad que es continuo proceso. Con más o menos fortuna lo consiguen y disminuyen la ansiedad. Son una herramienta bastante útil, pero no perfecta.
Así, con creencias y nombres pretendemos hacernos con la "realidad" (¡vaya término!). Términos como autoestima, motivación, etc. son nombres de esos.
A veces no se definen tan "operativamente"como se quisiera pero se procura en la "psicología de la buena" (les llamamos "constructos" que viene a querer decir eso, que es una mentira útil.
Lamentablemente hay mucha gente que habla como experto y no lo es y pervierte los términos. Respecto a la autoestima es la forma en que uno se valora (estima) a sí mismo (auto). Me parece una definición operativa: le pregunto a alguien y me contesta sobre eso. Respecto a motivación: en psicología tratamos también con la satisfacción y respecto a la motivación, pues es aquello que mueve a la gente a hacer o no algo. Pero la confusión viene por los dos términos: motivación no es lo mismo que satisfacción.
@XAVIER,
ResponderEliminarGracias por tu reflexión. Respecto a esa "mentira inicial" que mencionas, déjame que recuerde un artículo anterior en el que cité a ASIMOV:
“Cuando las personas creían que la Tierra era plana, estaban equivocadas. Cuando creían que la Tierra era esférica, estaban equivocadas. Pero si tú crees que considerar la tierra esférica es tan equivocado como creer que la Tierra es plana, entonces tus ideas están más equivocadas que las dos ideas anteriores juntas.”
Tal vez sea muy "radical" en la forma de entender la psicología como una ciencia experimental, pero hay tanta retórica, frase vacía y teoría absolutamente inútil en los ámbitos donde se analizan los asuntos humanos y su comportamiento, que insistir en este tema, la definición operativa de las variables (también llamada "de qué co... estamos hablando"), durante unos 50 años no será suficiente¡ ;-)