martes, 18 de marzo de 2008

Cursos de Formación: si ya sabes, ¿por qué no lo haces? Y en el bar, una de jefes (261)

A Woody Allen le costó 10 años alcanzar el éxito “de la noche a la mañana”. Quiero pensar que la gente sale muy “animada” de los cursos que imparto, con una disposición emocional a hacer las cosas de otra forma. Pero cuando vuelven al contexto real en el que los cambios deben producirse, y donde se encuentran los obstáculos y problemas, ¿realmente tendrán motivación, motivos suficientes para hacer el esfuerzo? La mejor evaluación consiste en preguntarse qué conductas concretas, qué nuevos objetivos voy a poner en marcha el próximo lunes tras estas jornadas. Y semanas después, revisar cuantas de esas buenas intenciones han sobrevivido. ¿Cuál fue el último curso que cambió tu vida? Cuando les pregunto a algunos clientes que tal les fue la orientación con tal o cual profesional, suelen hablar de sus buenas cualidades, de su simpatía, y del apoyo y colaboración que le han brindado, pero no tienen una idea muy clara sobre cómo ha influido en su forma de gestionar su vida profesional, sobre la definición y consecución de sus objetivos. Y es que la formación, que incluye información, consejos, retórica, racionalización y animación, nos dice qué hacer pero es que la mayoría de los clientes o usuarios ya saben lo que tienen que hacer. Lo que pasa es que no lo hacen. ¿Sabes mejorar tu vida? Sabes hacerlo. Entonces, ¿por qué no lo haces? Ese es el tipo de “formación” que más hace falta. Pero no solemos llamarlo así, sino modificación de conducta (…)Leer completo el artículo publicado el 18 de Marzo de 2007

Y EN EL BAR DE YORIENTO…
“ENFERMEDADES MENTALES”, JEFES Y DES-MOTIVACIONES.

He mantenido estos días un minidebate en el blog de Xavier sobre el concepto de “enfermedad mental”, que ni es enfermedad ni se produce en la “mente” (un concepto bastante confuso que requeriría de una definición más operativa). Más que de síndromes suele tratatarse de conductas como cualesquiera otras que suelen darse con mayor frecuencia de “lo normal” y/o en contextos o momentos considerados inadecuados por los valores y costumbres sociales vigentes. ¿"Tengo" depresión, o es que ciertos contextos y problemas generan comportamientos de desánimo e inactividad? ¿Estoy loco o esquizofrénico cuando soy un indigente y hablo durante todo el día conmigo mismo, y no lo estoy cuando hablo al espejo mientras me afeito? (…)


En esta línea, Santiago le ha dado al Piko y la Pala para mostrarnos lo circulares y viciosas que son algunas explicaciones que nos tragamos sin rechistar. Y en la Psicoteca trataron el asunto del “psicodiagnóstico” con un par de historias muy reveladoras que trajeron de este gran barco.

También matar a tu jefe podría considerarse una conducta poco justificable y seguramente el psiquiatra o el psicoanalista de turno le pondría rápidamente una etiqueta (¿trastorno esquizolaboral?). Pero lo cierto es que en algunos casos cargarte al jefe resultaría bastante comprensible y alejado de todo atisbo de locura, salvo que el mandamás sea uno mismo, claro. En todo caso, si te tienta la idea, Beta en su blog Madre Idiota te sugiere algunas formas de cometer el crímen sin que se note mucho. Pero si lo tuyo es buscar el consenso, Senior Manager nos da pista para que jefes y empleados convivan con cariño.

Pero hay que reconocer que nuestra tendencia natural es desmotivar a los que nos rodean, y si te falta entrenamiento Alfredus nos proporciona una serie de recomendaciones básicas para desanimar y desincetivar a todo lo que se mueve. A mi me han gustado especialmente dos de ellas: “toma los buenos resultados como norma y sé crítico con cualquier disminución de los mismos”; y “asegúrate de generar un clima de desconfianza, deben estar ansiosos por tapar todo rastro de error.” Y si los trabajadores que tienes a tu cargo son informáticos, en felizentutrabajo te dicen lo que NO deberíamos hacer para ganarnos la ira de los frikis.

Ya sabemos que el mayor motivador profesional disponible es hacer lo que a uno le gusta, pero ahora nos confirman que además puede ser también el más rentable como nos cuenta Cesar Alonso, vía Blogempleo. Ana nos trae a Gloria Fuertes para recordarnos que existe un motivador más potente aún, aunque no sea estrictamente laboral (¿o sí?): “el sexo no es mucho pero a veces es más de lo que viene después”

Cierro el bar recordando que Raizen ha vuelto. No sabemos dónde estuvo pero sí dónde podemos encontrarla de nuevo.

9 comentarios:

  1. El último curso que cambió mi vida fue uno de inteligencia emocional que hice hace un par de años y en el que aprendí a utilizar los sentiminetos de las personas en su propio beneficio, en beneficio del departamento y también en benefico de la empresa. Es cierto que todos los asistentes salimos muy “animados” del curso y con buena disposición a poner lo aprendido en práctica, pero pocos siguieron animados con eso que aprendimos y volvieron a caer en sus viejas prácticas, pero creo que siempre ha sido así y siempre lo será... Incluso yo lo hice, aunque no niego que he adoptado algo de lo aprendido en mi gestión.
    Pienso que no hay motivadores externos sino motivadores internos que nos mueven o nos incitan a ponernos en marcha, tal vez los cursos sólo sirvan para "despertar" o "excitar" dichos motivadores y esa sea la razón por la cual seguimos asistiendo a ellos aunque no nos aporten mucho. Si sumara la de cursos a los que he asistido el resultado sería como un año completo de mi vida...tal vez exagero pero si han sido muchos.

    He pasado por el bar y he visto mucha variedad y buen ambiente, así que pasé la tarde de hoy disfrutando de momentos de distracción y relax en él... gracias por la invitación

    ResponderEliminar
  2. Buena, hacía tiempo que no pasaba por el blog y mucho menos por el bar. He estado de curso, y seguiré de cursos durante un tiempo.
    Pero no son de los que me cambiarán la vida, desafortunadamente, los cursos a los que asisto no suelen estar bien compaginados con las labores que desempeño en un momento concreto. O me llegan los cursos demasiado tarde o demasiado pronto y cuando llegan a tiempo, el monitor...mejor ano hablar.
    Todavía estoy esperando a que algún curso me cambie la vida, mientras tanto bebo un poco de todos vosotros.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. @SENIOR M,
    los cursos animan pero el cambio real sólo se produce si modificamos el ambiente o contexto dónde queremos que se produzca ese cambio. Por ejemplo, si tras el curso de "inteligencia emocional" (otra etiqueta más) se ponen en marcha ciertas medidas es más que probable que se generen comportamientos nuevos. Pues eso, que lo que dicen los ponentes y los expertos puede ayudar, pero sólo si se aplica, aunque sea un poquito.

    En el bar ya sabes que tienes tu rincón, ese que tanto te gusta...

    @EKAIZEN,
    esperando que un curso te cambie la vida... Parece una escena en blanco y negro de peli aburrida de Garci donde la femme fatale ha sido sustituida por una actividad formativa ;-)

    ResponderEliminar
  4. El ultimo curso que cambió mi vida ... uno auto"didacta" - autocurso de cómo hacer un blog ... jejejeje!

    Me has quitado presión niño ... no estoy locaaaaa!!! lo que estoy es hasta las pelotas!!! jjajajajaja.. gracias por distinguir conceptos ... estaría más que justificado que hiciera determinadas cosas sip!

    Sigo ... solté una carcajada con la frase "mientras que el jefe no sea uno mismo" ... al hilo de lo de matar al jefe

    Me encantó estar en el bar ... jejeje... (gracias por invitarme)

    Beso.

    ResponderEliminar
  5. @ANA,
    encantado de quitarte presión... Eso te dice que en la vida no todo es poner, a veces es importante quitar ;-)

    ResponderEliminar
  6. Con tu permiso me anoto esa frase ... la colgaré un día de estos en el blog ... haré una entrada con las cosas que me tengo que quitar ... gracias por hacerme pensar ... que ando yo un poco lineal ultimamente.

    Besotes y espero que no tardes en volver y que todo esté bien.

    ResponderEliminar
  7. Te diré que tu frase de quitar inspiró una entrada que colgaré en cuanto le haya dado forma ... quitando quitando me vino J. Cocker a la cabeza, y empece empece a quitar a quitar ... hasta acabar ... sin nada!
    Jajajajajajaja.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Yo por desgracia no he asistido a muchos cursos que cambien o motiven a cambiar. Yo soy más proactivo y reactivo a la vez. Y me explico para no liaros.
    A mi más que los cursos me cambian los acontecimientos laborlaes de mi entorno; cuando veo que estos se producen o vana a producir (reactivo), paso a una fase de estado mental, llamémosle "REM" (jejeje) en la que me autoestimulo y promuevo un cambio a gran rapidez. Siempre he sido más de que me reactive/proactive el entorno diario laboral que lo hag un cuso determinado, que si lo que quiero más es que me oriente pero que no me motive.

    ResponderEliminar
  9. JOSE LUIS,
    ya nos dirás el secreto que te permite autoestimularte y alcanzar ese momento REM (o es a la inversa?) :-)

    ResponderEliminar

¡Nos gustará mucho conocer tu opinión!