domingo, 15 de junio de 2008

Intentarlo, la mejor forma de no continuar (268)

Olavo Bilac, poeta brasileño nacido en Río de Janeiro, se encontró cierto día por la calle a un amigo suyo dueño de un pequeño negocio que le dijo: “Señor Bilac, quiero vender mi casa, que usted conoce tan bien. ¿Me podría redactar una nota para el periódico?” Olavo Bilac tomó lápiz y papel y escribió: “Se vende una encantadora propiedad en la que cantan los pájaros al amanecer en las extensas arboledas que la rodean. La casa está bañada por el sol naciente y ofrece la sombra tranquila de las tardes en el balcón. Está rodeada por las cristalinas aguas de un hermoso riachuelo y todo es paz en su entorno”. Algunos meses después, el poeta se encontró con el comerciante y le preguntó si ya había vendido su casa. "No volví a pensar en ello", dijo el hombre. "Después de leer varias veces su nota en el periódico me di cuenta de la maravillosa casa en la que vivía."
A mí la historia me suena también a pingüinos que dejan de soñar con el Polo Sur cuanto más se acercan. Pues eso, no hay nada como aproximarse o probar lo suficiente lo que uno supuestamente quiere, o a alejarse de lo que en teoría no quiere, para empezar a relativizar los deseos, o no. En fin, como casi siempre, esta es una historia multimoraleja para la cual seguro que tienes otra interpretación, si lo sabré yo. Por cierto, la anérdota la encontré en un adarve del sur.

6 comentarios:

  1. Mmmmm... Pues hay otra interpretación, sí. Resulta que el protagonista quería vender su casa y redactó el escrito en base a oportunidades y fortalezas. Y se lo creyó y se conformó. Es un poco como creerse tus propias mentiras (visiones subjetivas). Para poder valorar lo que tienes o lo que deseas, lo más recomendable es una DAFO completita, para que duela un poco ser realista.

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  2. Hola ANNA,
    en realidad su decisión de no vender se produjo cuando estaba a punto de vender y sufrió las consecuencias de la pérdida inminente de la casa. Sentir que estaba sin casa, le hizo cambiar de decisión. La decisión no fue racional, balanceada, sino emocional, no? :-)

    Por esto digo que intentarlo, ponerse manos a la obra con algo, acercarse a ese algo, es la mejor forma de "sentir" si se quiere o no continuar. Hacer es lo mejor para decidir¡

    Gracias por venir de nuevo ;-)

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  3. Visto así, tampoco te falta razón. Por cierto, te he puesto deberes de verano en la última entrada del blog. Pásate a recogerlos... ;-)

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  4. Tareas anotadas, aunque ya sabes que soy un alumno díscolo... :-)

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  5. Qué bonita historia... aunque Anna también puede tener parte de razón en su interpretación. La pregunta final es: ¿cómo te gustaría que fuese tu casa?...

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  6. Hola POR FIN ES LUNES,
    hace tiempo que no te veía por aquí, creo¡ Un placer...

    Claro que ANNA aporta una interpretación más que razonable¡ :-)
    Plantearnos escenarios y hacer autoanálisis, valoraciones, siempre serán herramientas poderosas. Eso sí, yo en este caso estoy más inclinado a pensar que el impacto emocional concreto fue lo importante¡ :-)

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