Contra el defecto de pedir (266)

Por si no bastara la espontánea y general confusión que muchos españoles tienen respecto a sus derechos, hoy proliferan en la televisión anuncios particularmente falaces que incitan a adquirir cosas bajo el lema "Tienes derecho a Internet" o a lo que sea en cada ocasión. Lo que a los espectadores les queda no es el gasto que han de hacer para disponer de esto o de aquello, sino el nefasto latiguillo de que tienen "derecho" a todo, incluido el mayor absurdo, "a ser feliz". Así, no es demasiado extraño que sobre todo los jóvenes lo repitan como loros ante cualquier circunstancia: "Tenemos derecho a divertirnos". O "a oír música gratis". O "a la cultura, que es de todos", y demás sandeces y despropósitos. Inevitablemente, la sibilina e inculcada idea de "tener derecho" lleva aparejada la sensación de que cada cosa le es "debida" al ciudadano y de que es al Estado al que le toca proporcionársela, a veces a un precio irrisorio y a veces gratis. Yo no sé. Tras más de treinta años de democracia lo normal sería que los españoles hubieran aprendido a distinguir con precisión a qué tienen de verdad derecho y a qué no, y por supuesto cuáles son sus deberes, pero, lejos de eso, cada vez cuesta más que lo distingan. La culpa no es sólo de la publicidad, claro está, sino en gran medida de los políticos, que además, en el reciente periodo preelectoral, se han dedicado a ofrecer toda clase de bicocas fantásticas a los votantes, haciéndoles creer aún más en su enloquecida y siempre creciente ampliación de "derechos".
Leí otro artículo de Javier Marías "tarambanas sin fronteras" venía a decir más o menos lo que en éste; sólo me acuerdo de dos situaciones que contaba:
ResponderEliminar1) invierno, puente de salidas multitudinarias, alerta de extremas (bajas) temperaturas, recomendación de no salir, de salir con cadenas si se sale... pues la gente atascada o tirada por ahí con el coche sin poder moverse diciendo que qué hace el gobierno, que por qué no han echado sal, que dónde están las quitanieves..
2) gente sin experiencia ni preparación para hacer montañismo, también en circunstancias climatológicas extremas, sin equipo apropiado, que se van y se pierden o se atascan o se caen por un barranco. no pasa nada, que se avisa a la guardia civil de montaña y se monta una operativa de rescate...
bueno, esto es más o menos lo que decía, el título me gustó, el mundo somos esa gran ONG que dice Marías. Una de los aspectos más difíciles de la educación (me parece a mí) es ayudar a que las personas desarrollen un criterio propio y válido para tomar sus propias decisiones (teniendo en cuenta muchísimos parámetros: yo, mis circunstancias, alcance de la decisión en el entorno y en mí mismo, mis valores,etc...) de forma coherente y responsable. La verdad es que prácticamente nada en nuestro entorno fomenta la toma de este tipo de decisiones, de ningún tipo de decisiones la verdad. Mayoritariamente en casi todos los ámbitos promocionamos la falta de uso cerebral (me acuso). En el parque, se cae un niño y llora, y el consuelo que le da su cuidador/a: ¿te ha hecho daño el suelo? malo el suelo, hombre, malo (tienes que pegar al suelo mientras dices esto). recientemente ha salido la sentencia para un chaval que pegó a una chica en el metro, que en su día se difundió muchísimo. Bueno, no pasa nada, tres años de condena y nos olvidamos, ya no es noticia. abandonado por sus padres, "criado" por su abuela, problemático desde siempre, claro. Tenía que llegar aquí, claro. ¿nadie en los 17 años (18/19 no sé los que tiene) de su vida se le ha cruzado y ha visto un niño que necesita ayuda? ¿profesores, vecinos, tenderos del barrio, pediatras? ¿ningún adulto?
ah, no, yo no soy responsable de esto, a mí que me rescaten como a los montañeros de antes!
Dicen que el golpe en el tambor saca el sonido. Existen personas que viven como globos a merced del viento sin buscar un oficio que le calce, deambulando por la vida y pretenden que "un gobierno" les dé soluciones. Se tienen derechos pero tambien deberes, eso creo. Y con respecto a lo de "Ser feliz" pues, se es feliz o no, es una actitud y una elección muy personal.
ResponderEliminarSaludos
L´ANIKA,
ResponderEliminartambién yo leí ese artículo, Marías siempre tan incisivo...
Me interesó el párrafo que publico porque revela este contexto en el que las quejas y la exigencia (los "derechos") tienen éxito frente al esfuerzo personal (los "deberes").
De esta forma todos permitimos que las quejas adquieran funcionesde consecución de lo que queremos y de "evitación" de lo que no nos interesa. ¿Cómo culparnos de exige-derechos? ;-)
RAIZEN,
ResponderEliminarcomo bien dices, la sobreutilización de ayudas sociales de todo tipo y con cierta arbitrariedad y generalización es el cierre de este círculo vicioso: los ciudadanos nos volvemos quejicas y los políticos, como buenos representantes de los ciudadanos, en lugar de hacernos fuertes, atienden nuestros deseos de forma populista.
En fin, el debate tiene muchos matices y realmente el estado requiere un sistema de prestaciones sociales mínimas y ajustadas a cada situación y perfil, pero parece claro que se está generando una ciudadanía dependiente y poco emprendedora que se queja de pagar impuestos pero que cada día exige más y mejores servicios no necesariamente básicos.
¡Qué tema tan delicado de tratar! ¿Los derechos y los deberes van siempre juntos? Pues depende del nivel al que nos pongamos ¿Tiene alguien derecho a educación pública si defrauda a Hacienda? Seguramente diríramos que no ¿Tiene alguien derecho a la vida si ha matado a otro? Seguramente diríamos que sí.
ResponderEliminarEMILCAVAN,
ResponderEliminarse agradece la visita ;-)
Me interesa la visión psicológica de la situación que vivimos actualmene en la que se dedican muchos recursos a enseñarnos a exigir y se recompensa la asertividad, la defensa de los propias derechos, y cada vez menos a reforzar y valorar el cumplimiento de nuestros deberes.
Las buenas obras cada vez son menos buenas porque la sociedad no las valora¡
En los paises escandinavos defraudar a Hacienda es un delito ético de gran trascendencia. En nuestra cultura, los defraudadores reciben cierta admiración y reconocimiento, son tipos listos.
Al hilo de Yoriento sobre Emilcavan..Si hasta les hacen canciones, como Sabina al Dioni, para morirse el temita.
ResponderEliminarAhora que leo has abierto un bar,¿nos pondrás musiquita?
Anda, el bar¡ La huelga de camioneros me ha dejado sin suministros... Intentaré seguir haciendo alguna fiesta que otra, lo intentaré :-)
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